miércoles, marzo 19, 1986

María del Pilar Gallardo, Salta 19 de marzo de 1986

 

Salta 19 de marzo de 1986

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Mi queridísimo Fernando,

las cartas estén en un algo especial, ¿no? Un toque de misterio y aventura que no se da en una llamada telefónica. Por ejemplo, yo estoy aquí en mi casa sentada en mi mesa, en un estado de ánimo dado, escribiéndote. Pero solo puedo adivinar, o imaginar, dónde y cuándo y en qué humor vas a leer la voz. Está bueno como introducción, ¿no? Original, bah, solo un poco.

Por lo menos no es nada como “espero que estés bien” o “me pregunto qué estarás haciendo en este momento”. Basta, basta. Esta charla también es una postergación lo que pasa que hace tiempo que no escribo una carta tan íntima ¡adelante!.

Me gustaría escribir una carta tan pero tan larga que pudieras empezar a leerla saliendo de salta y terminarla al llegar a Buenos Aires. Así te sentirías acompañado por mí durante todo el viaje. Para comenzar, voy a hacer dulce y sincera y abierta y reflexiva, así la lees varias veces. Con vos me resulta algo extraordinario flaquito. Me resulta mucho más fácil decirte las cosas que escribírtelas a no ser que sea en forma literaria como el otro día. Normalmente sucede al revés. Eso es lo que más me gusta de nuestra amistad, que es diferente a cualquier otra que yo haya tenido antes. Es como un milagro haber recibido un gran amor y una gran amistad en el mismo paquete y casi al mismo tiempo.

Veo que te va a hacer muchísimo bien irte de tu casa. Por fuerte que sean los lazos y por marcada que sea la influencia castradora de los padres a la distancia las marcas se diluyen y a la larga se borran. Siempre da miedo cambiar por otras las circunstancias a las que uno está acostumbrado, pero para la gente como vos, que tiene mucha vida interior, es también una hermosa oportunidad. Te da la posibilidad de inventarte y / o buscarte tus propias y nuevas circunstancias. Sé que 1 no puede librarse de ellas, al menos hay que elegirlas.

En cuanto a la vida de relaciones, En Buenos Aires vas a tener una amplia variedad de bichos para colecciones y selecciones. Es seguro que allá hay gente como nosotros, Oaky, solo hay que salir a buscarla y andar con los ojos abiertos. No quiero decirte con esto que los porteños vivan más en profundo que acá. Ni soñarlo. Pero por una simple cuestión de números, tienen que haber unos cuantos. Yo te diría que te hagas de varios grupos distintos para compartir distintas cosas. Si lo logras, pásame las recetas porque es algo que todavía no hice. O no quise. La verdad, ni siquiera lo intenté. Siempre dejo que la gente venga a mí, en lugar de acercarme yo. Es una zona errónea.

Me parece que lo que nos atrae hacia Buenos Aires, es justamente lo que aterra a otra gente: el aislamiento individual. Es un gran alivio sentir que podés usar, decir y hacer lo que se te antoje sin que se lo vayan a contar por teléfono a tu padre o tu pareja antes de que llegues de vuelta a casa.

Es difícil, pero de esa forma vos podés construir tu propio mundo sacando un poquito de acá y un poquito de allá. No te encontrás automáticamente ubicado en un casillero, como acá. Certificadas en un casillero, es porque vos lo que hiciste. Hay gente así también. Es la que vive en San Isidro y dice muy suelta de cuerpo que no puede moverse en el centro porque se pierde.

A esa vamos a tener mucho que observar, mucho que pensar, y también mucho que aprender. También tendremos muchos especímenes para disecar y poner en el microscopio. No vamos a aburrirnos, eso seguro. Estoy convencida de que nos va a ir muy bien, a vos porque tenés un objetivo concreto y claro que te entusiasma y a mí porque tengo una meta en mente: no volverme a salta otra vez. Es un objetivo negativo, lo admito, pero tan válido como cualquier otro porque es algo que lograr hay algo por lo que a romperse el lomo. Tengo la certeza de que en poco tiempo voy a descubrir el objetivo positivo que hace mucho que estoy buscando. Si la fe mueve montañas, todo va a ir genial.

No te traumes por irte en forma de burguesa. Cada 1 se va según las condiciones propias y del ambiente en que vive, pero lo importante es irse. Ya vas a tener muchas otras ocasiones para probarte sobre todo porque sos de la gente que si no las encuentra, se las busca. Me imagino que algún día se te va a pasar esa manía de exigirte tanto y de plantarte desafíos a cada rato pero si te divierte y te fortalece la personalidad, ¡metele! Te puedo ayudar a buscar situaciones si te interesan, y hasta cederte las que se me presenten a mí, si es posible, porque esa no me interesa probarme.

Me dirás que esa bella locura que estoy por hacer ahora es una forma de probarme, y en una de esas tenés razón. Solo lo veo así cada vez que emprendemos algo nuevo nos estamos probando, y nos morimos insatisfechos pero felices, ¡vaya!

Acabo de descubrir que la satisfacción y la felicidad no tiene nada que ver la una con la otra, ¡perfecto! Yo antes pensaba que jamás iba a ser feliz porque jamás estoy satisfecha con nada. Uno del quinteto en La Plata (tuvo algo así como una visión muy breve) que iba a andar toda la ciudad saltando de una cosa a otra, me dio una angustia tremenda. Hoy me parece bárbaro. En 10 años nos vamos a Europa o al África.

La próxima vez que nos veamos, los dos estaremos viendo las cosas desde una perspectiva nueva. No me extraña ría que nuestras perspectivas fueran bastante similares, a no ser porque yo ya estuve fuera de mi casa una vez. ¿Te imaginas qué bueno nuestras cabecitas hirsutas e hiperactivas van a estar trabajando a full y nuestras pobres lenguas también, sobre todo después de una semana o más de no haber interaccionado. Entre paréntesis ¿has notado que en este momento nuestro pelo, al menos en parte va para arriba? Tal vez se nos están escapando las radiaciones a través del cráneo.

Hablando en serio, tenemos que aprender a moderarnos, o nos va a dar un patatús por exceso de trabajo. La única solución sería una cura de sueños, tu método favorito. Eso me pondría a dibujar hasta acabar un mural entero. Podemos confiar en la capacidad de infinita de nuestra mente. Yo no creo que sea infinita, pero sí creo que tiene mucho más alcance que el que le damos normalmente, o más bien que le dan normalmente. No creo que a nosotros puedan acusarnos de pereza mental.

Cambiando de tema me dijo simplemente copada la forma en que “manejaste“ ayer. Yo también tengo mi parte masoquista, que disfruta siendo dominada aunque no es muy fuerte y se asoma muy de vez en cuando y he experimentado una satisfacción morbosa al encontrar una persona lo bastante sutil para hacerme hacer lo que quiera sin que yo me dé cuenta. Es la única forma de dominarme un poco, De todos modos. Aunque en la plaza no estuviste muy sutil. Yo me di cuenta enseguida. Confieso que si no terminé debidamente fue porque me traume. Era la primera vez que estábamos dando espectáculos en la plaza en pleno día. Así que si mañana jueves estoy inusitadamente melosa y imano larga, No es solo por la ansiedad de la despedida, sino por reparar la zona errónea del otro día. Pero no te lo voy a decir y no te vas a enterar hasta que leas esto. En otras circunstancias, creo que lo adivinarías enseguida pero pienso que mañana vas a estar con muchas interferencias. Claro que podría suceder que los nervios te pongan hipersensible. Bueno. Cuando le hace esto, ya sabrás a qué atenerte.

 

20 de marzo de 1986

Me desconcertó y me halagó a la vez tu comportamiento de los últimos días. No pensé que yo era tan importante para vos. Ayer estabas aplacado, pero De todos modos fue una conducta más para la fiesta.

Me pregunto qué efectos nos hará vernos hoy. Es la despedida. Pero, como vos dijiste, no es en realidad una despedida. Es una carrera tipo rally, de esas en las que los autos salen a intervalos regulares según el puesto que han logrado en la clasificación. Vos salís antes y recién vas a poder verme en la llegada, eso es todo, y es bastante.

No te preocupes por mí. Ya he llegado a ese estado en que puesto todas mis habilidades al servicio de la causa. Estoy fría, calculadora y organizada. Hecha un aparatito de actividad y eficiencia. Eso sí, me dejo guiar por mi sexto sentido, al que se ha considerado parte de mi mente. Lamentablemente, ese estado acarrea una casi completa nulidad de sentimientos. Tengo que aprender a evitar eso. En cuanto a otra gente que conocemos que funciona a base de instintos animales y de impulsos subconscientes, el ansia de vida y el principio de conservación compensarán lo que falte de cabeza. Vamos a estar bien.

Bueno, flaquito. Te digo hasta la vista. No sé si podrás escribir algo en el auto como capaz es un diario de viaje. Pero cuando llegues allá podrías sentarte y dejar constancia de tus primeras impresiones, así después me contás y las comparamos con las impresiones posteriores. Ya nos hemos desacostumbrado a trabajar así en base a la memoria. Últimamente nos estuvimos viendo todos los días. La amistad necesita tiempo. Alguna vez voy a escribir otro “misterio esencial” analizando la situación presente. Sería interesante. Ahora tengo una visión mucho más clara del asunto. En esa época me confundía y a veces me daban remordimientos de conciencia. Hoy ya no.

Ya que te llevas mis “Obras Completas”, Aprovecha. Es una forma de estar en conmigo. Ok, Huaqui (este es mi apodo exclusivo para vos) Que Dios solamente universal te acompañe, que tu mente curiosa y tu frente marcada encuentren mucho de qué ocuparse. Aguantate hasta que vuelvas y a vivir tu vida. Te reitero que te quiero mucho. Espero con impaciencia verte de nuevo.

Firmado María del Pilar.

domingo, marzo 16, 1986

María del Pilar Gallardo, Salta 16 de marzo de 1986

 

Salta 16 de marzo de 1986

Con promesas ni horarios

Ni otros lazos sutiles

¿tenés ganas de verme?

Me llamas y aquí estoy.

 

Porque somos amigos

compartimos veredas

cafes, sol y palabras;

imposible aburrirnos,

llevamos nuestro mundo

donde sea que vayamos.

 

Porque somos amigos

nos tiramos verdades

y no nos damos tregua

sacando al sol los traumas,

si alguna vez te miento

es que me lo pediste.

 

Porque somos amigos

nos conocemos tanto

-pero igual te lo digo-

que sabes que te quiero

-y- déjame que insista

podés contar conmigo.

Con mucho amor,

firma María del Pilar.