AMIGOOOOO!... yo no te elijo por tu piel sino por tu pupila, por ese brillo cuestionador y tonalidad inquietante. Mucho. Inquietante. Te elijo por tu cara lavada y tu alma expuesta, por lo menos para mi. No quiero sólo tu hombro, quiero también tu alegría. Que puedas reír conmigo, sufrir conmigo.
Quiero que para mi seas así: mitad broma, mitad seriedad. PERO QUE ME PROMETAS QUE SIEMPRE VAS A LUCHAR PAR QUE LA FANTASIA QUE NOS MANTIENE VIVOS, NO DESAPAREZCA.
Felíz día. Te quiero mucho, sin ningún motivo, sin ningún apuro.
Adaptado de un fragmento de Fernando Pessoa cuando escribe sobre la amistad.
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