Mañana del viernes 20. Primer día de reclusión nacional. Malkito se tira a nadar tras los patos hambrientos que se acercan por comida. Chocolate corre que corre como cada mañana, esta vez en un parque San Martín vaciado por el coronavirus y la policía. Finalmente dos policías con barbijos y guantes, me piden que regrese a casa. Entre el fastidio inicial y la memoria del temor setentista de la represión, primó el entendimiento del cuidado estatal en la emergencia de aislarnos para evitar el contagio y la epidemia. Pedagogía del encierro para preservar la vida en épocas del coronavirus.
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