lunes, marzo 03, 2025

Barro y latidos

 

Barro en la piel, huella de carnaval, 
latidos que se funden, padre e hija, 
un lazo ancestral, un canto primal, 
enredados en albahaca, dulce intriga.

Ungüentos de amor, mezcla sagrada, 
donde el tiempo se detiene, y el alma vuela,
 la fiesta se cuela, no hay nada que impida,
 ser uno con el mundo, una estela.

En cada rostro, un espejo fraterno, 
la solidaridad del carnaval, abrazo eterno,
trascendiendo la piel, el ser interno, 
en un baile ancestral, un nuevo invierno.

Padre e hija, eco de un mismo son, 
en la danza del barro, la comunión, 
unidos en la fiesta, sin condición,
 encontrando en el otro, la redención.

El carnaval, crisol de emociones, 
donde el amor paterno florece, sin razones,
 un lazo que perdura, en todas las estaciones,
 unidos en la fiesta, más allá de las nociones.


martes, febrero 25, 2025

La tensión homoerótica como catalizador: Un encuentro gestáltico en el shopping de Salta

IA generativa, Gemini

 Hoy conversé con Miguel en este bar del shopping de Salta y, como siempre, siento esa corriente eléctrica que recorre el ambiente apenas lo veo acercarse. No sé si es atracción físico o una mezcla de coas; hay algo más profundo, una fascinación por su mente brillante y, al mismo tiempo, por esa coraza que lo protege del mundo.

Lo saludo con una sonrisa y lo invito a sentarse. Noto su vulnerabilidad a flor de piel, esa inseguridad que intenta disimular con su discurso intelectualizado. Me pregunto, como tantas veces, cómo ayudarlo a derribar esas barreras y a conectar con su verdadero ser.

Comenzamos a hablar y pronto sale a relucir su dificultad para establecer relaciones auténticas con otros hombres. Me cuenta, con una mezcla de vergüenza y resignación, sobre su adicción a las aplicaciones de citas, sobre cómo se siente utilizado y descartado después de cada encuentro. Intuyo que la compulsión sexual es solo la punta del iceberg, una forma de llenar un vacío emocional mucho más profundo. El murmullo del bar crea una atmósfera íntima a pesar de estar rodeados de gente.

Lo escucho con atención, tratando de percibir las sutilezas de su lenguaje corporal, las microexpresiones que revelan sus verdaderos sentimientos. Le hablo del "campo", de cómo la relación entre nosotros se cocrea en cada encuentro, de cómo su propia falta de autenticidad afecta la dinámica.

Percibo que hay un lado suyo "en el pantano con llave", una parte instintiva y corporal que mantiene reprimida por miedo al juicio y al rechazo. Intuyo que su mente brillante ha construido un muro alrededor de su corazón, impidiéndole sentir y expresar sus emociones de manera auténtica.

Veo que mis palabras lo impactan. Se remueve en la silla, evita mi mirada, se muerde los labios. De repente, me confiesa: "Me siento desnudo". Sonrío por dentro. Sé que estamos avanzando, que está empezando a permitirse ser vulnerable.

Le hablo de la masculinidad hegemónica, de cómo este modelo tóxico nos impone ser fuertes, exitosos y dominantes, reprimiendo nuestras emociones y negando nuestra vulnerabilidad. Le explico cómo este modelo genera soledad y dificulta el establecimiento de vínculos genuinos.

Lo animo a explorar nuevas formas de ser hombre, basadas en la empatía, el respeto y la conexión genuina. Lo invito a conectar con su cuerpo, a sentir sus emociones, a dejar de lado el análisis mental y a permitirse ser vulnerable. Le propongo actividades experienciales en la naturaleza, como una forma de reconectar con su lado más instintivo y salvaje.

En un momento dado, surge el tema de la posible inclusión de una mujer en el grupo de varones. Noto su ansiedad. Intuyo que la presencia de lo femenino remueve algo profundo en él, quizás relacionado con su propia relación con su madre o con sus propias inseguridades sobre su masculinidad.

Le recuerdo que la honestidad y la vulnerabilidad son fundamentales para construir relaciones significativas. Lo animo a expresar sus sentimientos dentro del grupo, a no tener miedo de mostrarse tal como es. Le sugiero que sea compasivo consigo mismo, que se permita sentir y que no se juzgue tan duramente.

Durante toda la conversación, soy consciente de la tensión homoerótica que existe entre nosotros. No la niego, pero tampoco la alimento de manera explícita. Sé que esa tensión puede ser un catalizador para su propio proceso de autodescubrimiento, una invitación a explorar su deseo y a romper con los mandatos que lo limitan.

Al final del encuentro, siento que hemos sembrado una semilla. Sé que el camino es largo y difícil, pero también sé que Miguel tiene el potencial de transformarse y de vivir una vida más auténtica y plena.

Mi rol como dinamizador gestáltico es acompañarlo en este proceso, guiarlo y desafiarlo al mismo tiempo. Pero también soy consciente de que yo también me veo transformado por nuestra relación. Su vulnerabilidad me espeja, su lucha me inspira y su búsqueda de autenticidad me recuerda la importancia de seguir explorando mi propio ser.

Lo veo alejarse por el pasillo del shopping y me quedo con una sensación de esperanza. Sé que juntos podemos desenterrar ese lado suyo "en el pantano con llave" y permitirle florecer en toda su autenticidad. Y quizás, en ese proceso, también yo pueda descubrir algo nuevo sobre mí mismo. El sol de la mañana ilumina su figura mientras se aleja, y siento una profunda conexión con él.

Desenterrando al hombre en el pantano: un viaje hacia la autenticidad masculina

Producida con IA, Gemini

  Hoy me siento especialmente vulnerable al encontrarme con Fran en este bar del shopping de Salta. La tensión homoerótica es innegable, una corriente subterránea que palpita bajo cada palabra, cada mirada. Él me espera en nuestra mesa habitual, con un café y unas medialunas, y con una sonrisa que intuyo sincera, aunque una parte de mí siempre desconfía, siempre teme estar idealizándolo.

"¿Cómo estás, Miguel?", pregunta, y la simpleza de la pregunta me desarma. ¿Cómo estoy? Atrapado, diría. Atrapado en este cuerpo que a veces siento ajeno, en esta mente que analiza y teoriza sin cesar, en este deseo que me quema por dentro y que me aterra expresar.

Comenzamos a hablar, y pronto sale a relucir el tema recurrente: mi dificultad para conectar con otros hombres. Le cuento, una vez más, sobre mi compulsión sexual, sobre cómo Tinder y Grinder se han convertido en jaulas virtuales donde busco desesperadamente una conexión que nunca llega. "Es como una droga", le digo, "una droga que me deja vacío y solo". El bullicio del shopping contrasta con la intimidad de nuestra conversación.

Fran asiente, con esa mirada que parece leer mis pensamientos más ocultos. Me habla del "campo", de cómo la relación entre nosotros se construye en cada encuentro, de cómo mi propia falta de autenticidad impide que ese campo se complete. Me dice que percibe un lado mío "en el pantano con llave", una parte instintiva y corporal que mantengo reprimida por miedo y vergüenza.

Sus palabras me golpean como un mazazo. Siento que me desnuda, que ve a través de todas mis máscaras y defensas. "Me siento desnudo", le confieso, y él me responde con una sonrisa tranquilizadora. "Es bueno que te sientas así", me dice. "Significa que estamos creando un espacio de autenticidad". El aroma a café recién hecho me reconforta un poco.

Hablamos también de la masculinidad, de cómo el modelo tradicional nos impone ser fuertes, exitosos y dominantes, reprimiendo nuestras emociones y negando nuestra vulnerabilidad. Le cuento sobre mis estudios, sobre cómo he llegado a la conclusión de que este modelo es tóxico y dañino, pero me confieso incapaz de romper con él por completo. "Es como si tuviera el chip implantado", le digo.

Fran me anima a explorar nuevas formas de ser hombre, basadas en la empatía, el respeto y la conexión genuina. Me invita a conectar con mi cuerpo, a sentir mis emociones, a dejar de lado el análisis mental y a permitirme ser vulnerable. Me propone actividades experienciales en la naturaleza, como una forma de reconectar con mi lado más instintivo y salvaje. "Sal de tu cueva, Miguel", me dice. "Despliega tu humanidad". Miro a través del ventanal del bar y veo la gente pasar, cada uno inmerso en su propio mundo.

En un momento dado, surge el tema de la posible inclusión de una mujer en el grupo de varones. Siento un escalofrío recorrer mi cuerpo. La idea me genera ansiedad y temor. Temo que la dinámica del grupo cambie, que mis compañeros me juzguen, que yo quede al margen. Le confieso mis miedos a Fran, y él me escucha con paciencia y comprensión.

Me recuerda que la honestidad y la vulnerabilidad son fundamentales para construir relaciones significativas. Me anima a expresar mis sentimientos dentro del grupo, a no tener miedo de mostrarme tal como soy. "No te juzgues tan duramente, Miguel", me dice. "Sé compasivo contigo mismo".

La conversación fluye, y siento que algo se mueve dentro de mí. No sé exactamente qué es, pero es como si una capa de hielo se estuviera derritiendo, permitiendo que la luz entre en un espacio oscuro y olvidado. La tensión homoerótica sigue presente, pero ya no me asusta tanto. Empiezo a verla como una posibilidad, como una invitación a explorar un territorio desconocido y excitante.

Al final del encuentro, me siento exhausto pero también renovado. Sé que el camino es largo y difícil, pero también sé que no estoy solo. Tengo a Fran, con su mirada penetrante y su sabiduría gestáltica, y tengo la certeza de que, juntos, podemos desenterrar ese lado mío "en el pantano con llave" y permitirle florecer en toda su autenticidad.

Salgo del bar con la sensación de haber dado un pequeño paso hacia la libertad. Todavía me queda mucho por explorar, mucho por sentir, mucho por descubrir. Pero hoy, por primera vez en mucho tiempo, me siento un poco más cerca de mí mismo. El sol de Salta brilla intensamente al salir del shopping.

martes, febrero 18, 2025

Sobre la emancipación subjetiva y el manejo del sufrimiento humano. Conversaciones con David

Intercambios de texto con David. En torno al sufimiento del duelo y la sujeción cultural. 
La historia de Epicteto es un testimonio de la capacidad del espíritu humano para trascender las circunstancias adversas. A pesar de haber nacido esclavo, supo cultivar la sabiduría y la virtud, convirtiéndose en un referente filosófico para recordanos que la verdadera libertad reside en el dominio de uno mismo y en la aceptación de lo que no podemos controlar.


El esclavo Epicteto y su dueño Epafrodito



“Al sufrimiento hay que tratarlo con mano de enfermara –decía Pemán- para nunca aumentarlo cuando tratamos de aliviarlo.” (Carlos G. Vallés, s.j.) ¿Por qué sufro cuando sufro?, Ed. San Pablo, pàg, 5).


“Hay sufrimientos y sufrimientos. Hay sufrimientos inevitables y sufrimientos ciertamente evitables. Y, más importante aún, hay una actitud o una manera de tratar el sufrimiento que sí puede suavizar su impacto cuando nos hiere a cada uno. (…) Lo que sucede es importante, pero la manera como reaccionamos ante ello es más importante aún”. (Op. Cit. 5-6).


“Los dioses dejaron en manos de los hombres la manera como éstos escojan responder a las circunstancias de la vida; de las demás cosas… los dioses no dejaron ninguna en manos de los hombres”. (Epicteto, en Op. cit..,pág. 6).


“Lo que afecta a los hombres no son los hechos sino sus opiniones acerca de los hechos”. (Epicteto. Op. Cit., pág. 13).


“Estás solo: si lo llamas “soledad” sufres; si lo llamas “tranquilidad”, disfrutas. Estás en grupo: si lo llamas “multitud”, te ahogas; si lo llamas “compañía”, te relajas”. (Epicteto, Op. Cit., pág. 25).


“Esa es la varita de Hermes. Todo lo que ella toca se convierte en oro, según el dicho popular. Yo no digo tanto, pero sí digo que tráeme lo que quieras, y el toque de esa varita del recto entender le quitará su asperidad. Tráeme enfermedades, tráeme la muerte, tráeme la pobreza, tráeme insultos, tráeme acusaciones graves ante los tribunales. Todo eso lo cambiará la varita de Hermes. ¿Qué qué puedo hacer con la muerte? Que te honre, que te dé la oportunidad de mostrar tu entereza, que muestre lo que es un hombre cabal que sigue la ley de la naturaleza. ¿Qué qué haré si me enfermo? Ser un buen enfermo, ser paciente, ser firme, ser alegre y ni adular la muerte ni temer la muerte.” (Epicteto.,Op. Cit., pág. 30).



“Un hombre se presentó a Epicteto y le preguntó: “¿Cómo conseguir que mi hermano no se enfade conmigo y me regañe?”. Epicteto le contestó: ‘Tráeme a tu hermano, y hablaré con él”. El hombre insistió: “El no vendrá en manera alguna, y aunque viniera no serviría de nada, pues él no ha de cambiar”. “Ahora has aclarado tu caso. Con quien hay que tratar es contigo, no con tu hermano. Si tu hermano cambia o no, eso le toca a él; ojalá cambie, pero eso no está en tu mano. Lo que sí está en tu mano es no perturbarte por la conducta de tu hermano. El origen de toda perturbación es el desear que algo cambie y el no lograr que sea así. Nos dan ganas de sacarle los ojos a quien se nos opone, y ya que no podemos hacerlo, nos ponemos a lamentarnos, gemir e insultar a quien podemos (…). Educarse es aprender a distinguir las cosas que están en nuestro poder y las que no lo están. Y luego saber cultivar la ecuanimidad con respecto a las cosas que no están en nuestro poder.” (Op. Cit., pág. 35-36).



Dimensiones de análisis:

Análisis de las frases

  1. "Al sufrimiento hay que tratarlo con mano de enfermera... para nunca aumentarlo cuando tratamos de aliviarlo." Esta frase de Carlos G. Vallés nos invita a abordar el sufrimiento con delicadeza y cuidado, evitando juicios o interpretaciones que puedan agravarlo. La imagen de la enfermera sugiere una actitud de acompañamiento y contención, buscando el alivio sin añadir más carga emocional.

  2. "Hay sufrimientos y sufrimientos... Lo que sucede es importante, pero la manera como reaccionamos ante ello es más importante aún." Esta cita reconoce la diversidad de experiencias de sufrimiento, algunas inevitables y otras evitables. Sin embargo, enfatiza que la clave está en nuestra actitud y respuesta ante el sufrimiento, ya que podemos elegir cómo interpretarlo y afrontarlo.

  3. "Los dioses dejaron en manos de los hombres la manera como éstos escojan responder a las circunstancias de la vida..." Esta frase de Epicteto nos recuerda que tenemos libre albedrío para elegir cómo enfrentar las adversidades. Si bien no podemos controlar las circunstancias externas, sí podemos decidir nuestra actitud y acciones en respuesta a ellas.

  4. "Lo que afecta a los hombres no son los hechos sino sus opiniones acerca de los hechos." Esta idea central del estoicismo nos invita a reflexionar sobre cómo nuestras interpretaciones y juicios sobre los eventos influyen en nuestro bienestar emocional. Al cambiar nuestra perspectiva, podemos transformar nuestra experiencia del sufrimiento.

  5. "Estás solo: si lo llamas 'soledad' sufres; si lo llamas 'tranquilidad', disfrutas." Este ejemplo de Epicteto ilustra cómo nuestra mente puede convertir una misma situación en una fuente de sufrimiento o de bienestar, dependiendo de cómo la interpretemos. La clave está en elegir una perspectiva que nos permita vivir en paz con nosotros mismos y con el mundo.

  6. "Esa es la varita de Hermes... tráeme lo que quieras, y el toque de esa varita del recto entender le quitará su asperidad." Epicteto utiliza la metáfora de la varita de Hermes para referirse a la capacidad de la razón y la virtud para transformar cualquier adversidad en una oportunidad de crecimiento y aprendizaje. Al aceptar y abrazar lo que no podemos cambiar, encontramos la paz interior.

  7. "Un hombre se presentó a Epicteto y le preguntó: '¿Cómo conseguir que mi hermano no se enfade conmigo y me regañe?'... Educarse es aprender a distinguir las cosas que están en nuestro poder y las que no lo están." Esta anécdota de Epicteto nos enseña a enfocarnos en lo que podemos controlar: nuestra propia actitud y acciones. Al dejar de lado el deseo de cambiar a los demás, encontramos la libertad y la paz interior.

Otras dimensiones posibles de ser miradas

  • El papel del cuerpo: Además de la mente y las emociones, es importante considerar cómo el sufrimiento se manifiesta en el cuerpo y cómo podemos abordarlo a través de prácticas como el yoga, la meditación o el ejercicio físico.
  • El contexto social y cultural: El sufrimiento no es solo individual, sino también colectivo. Las estructuras sociales, las normas culturales y las desigualdades pueden generar sufrimiento y limitar la capacidad de las personas para afrontarlo.
  • La búsqueda de sentido: El sufrimiento puede ser una oportunidad para reflexionar sobre el sentido de la vida y nuestros valores. Al encontrar un propósito y significado en medio del dolor, podemos transformar nuestra experiencia y encontrar la resiliencia.
  • La espiritualidad: Para algunas personas, la fe y las prácticas espirituales pueden ser una fuente de consuelo y fortaleza ante el sufrimiento. La conexión con algo trascendente puede brindar esperanza y paz interior.

Sobre la Identidad de Epicteto:

  • Nombre: Epicteto (en griego Επίκτητος, Epíktētos, "adquirido")
  • Nacimiento: Nació en Hierápolis de Frigia (actual Turquía) alrededor del año 55 d.C.
  • Condición: Esclavo en Roma desde su infancia. Fue propiedad de Epafrodito, un liberto de Nerón.
  • Filosofía: Se convirtió en uno de los principales exponentes del estoicismo. Sus enseñanzas se centraban en la importancia de la virtud, la razón y el autocontrol para alcanzar la felicidad y la libertad interior, incluso en condiciones de esclavitud.
  • Legado: A pesar de su condición de esclavo, Epicteto alcanzó gran renombre como filósofo. Sus enseñanzas fueron recopiladas por su discípulo Flavio Arriano en el "Enquiridión" y los "Discursos", obras que siguen siendo relevantes en la actualidad.

Lo que me produce Epicteto:

La historia de Epicteto es un testimonio de la capacidad del espíritu humano para trascender las circunstancias adversas. A pesar de haber nacido esclavo, supo cultivar la sabiduría y la virtud, convirtiéndose en un referente filosófico que inspiró a personas de todas las condiciones sociales. Su legado nos recuerda que la verdadera libertad reside en el dominio de uno mismo y en la aceptación de lo que no podemos controlar.


viernes, febrero 14, 2025

Entre el duelo y la emancipación: Masculinidad, poder y proyectos de vida en el diálogo de Fernando

Sesión 06. Cerrillos. Casa de David.
Viernes 14 feb 2025.


Acceso a la
casa de David
El presente diálogo entre Fernando y David es un espacio de reflexión sobre la masculinidad, las relaciones de poder y la búsqueda de emancipación. Fernando, en su proceso de rearme personal, plantea cuestiones profundas sobre su identidad, influenciada por figuras como su abuelo desaparecido y su madre, así como por teorías psicoanalíticas y filosóficas. A través de sus proyectos, como el seminario sobre masculinidades y sus actividades desde la "Asociación Ragone", busca no solo transformar su entorno, sino también liberarse de las estructuras que lo han sujetado a una "vida de mentirita". Aqui se analiza cómo el duelo, la performatividad y la búsqueda de amor se entrelazan en su narrativa, ofreciendo una mirada íntima a su lucha por la autonomía y la construcción de una masculinidad emancipatoria. Se aborda la construcción de la masculinidad en la vida de Fernando desde una perspectiva psicoanalítica y filosófica. Junto a David, Fernando explora cómo el duelo por su abuelo desaparecido y la búsqueda constante de amor han moldeado su identidad. Influenciado por Judith Butler y Freud, reflexiona sobre la performatividad de género y las condiciones de dominación que lo han llevado a vivir una "vida de mentirita". Se profundiza en cómo Fernando busca redefinir su masculinidad, alejándose de la exacerbación y la angustia, y encontrando en David un modelo de emancipación. Y se analiza su relación con su madre como un espacio de conflicto y transformación, donde decide no dejarse afectar por las críticas y construir su propio camino.



Entre el duelo y la emancipación: Masculinidad, poder y proyectos comunitarios en el diálogo de Fernando con David

A mediados de febrero de 2025, en la recta de acceso a Cerrillos, Salta, Fernando se reúne con su psicoanalista, David Slodky, en una sesión que trasciende lo terapéutico para convertirse en un espacio de reflexión profunda sobre la masculinidad, el poder, el duelo y los proyectos comunitarios. Desde el consultorio de David, ubicado en un nivel elevado de su hermosa casa de campo, con vistas a los cerros de la Cordillera de los Andes, Fernando despliega sus inquietudes, miedos y aspiraciones. En el diálogo ambos exploran cómo las dimensiones del poder, la masculinidad, el duelo y la búsqueda de emancipación se entrelazan revelando un proceso de autoconocimiento y transformación.

Masculinidad y poder: La búsqueda de un modelo emancipatorio
Fernando se encuentra en un momento crucial de su vida, donde busca redefinir su masculinidad y liberarse de las dinámicas de poder que lo han sujetado a una "vida de mentirita". Influenciado por las teorías de Judith Butler y su diálogo con Freud, Fernando explora cómo las condiciones de dominación y la performatividad han moldeado su identidad. Reconoce en David un modelo de masculinidad emancipatorio que lo completa, alguien que ha logrado integrar su fuerza y emotividad sin caer en la exacerbación o la angustia.

Sin embargo, Fernando también es consciente de las desventajas de sus propias capacidades de liderazgo y seducción, especialmente en el ámbito político. Ha conocido a hombres de poder a quienes describe como "psicópatas perversos", individuos que manipulan y dañan a otros en su búsqueda de control. Fernando no quiere ser como ellos; su objetivo es evitar la manipulación y construir relaciones auténticas, tanto en su vida personal como en sus proyectos comunitarios. Esta reflexión lo lleva a cuestionar su propia relación con el poder y a buscar un equilibrio entre su deseo de influir y su necesidad de integridad.

El duelo y la búsqueda de amor: El legado del abuelo Ragone
El duelo es un tema central en el diálogo entre Fernando y David. Fernando relaciona esta energía con su búsqueda constante de amor y metas inalcanzables, así como con la figura de su abuelo, Miguel Ragone, un líder político desaparecido durante la dictadura. El legado de su abuelo influye no solo en su identidad, sino también en su forma de entender el poder y la política. Fernando siente que debe honrar la memoria de su abuelo, pero también liberarse de su sombra para construir su propio camino.

Este proceso de duelo se conecta con su relación con su madre, quien no siempre comprende su individualidad. Fernando describe cómo las críticas de su madre, ya sea sobre la remodelación de su casa o la presentación de un amigo, lo afectan, pero decide no dejarse dominar por ellas. En lugar de eso, transforma estas situaciones en algo positivo para sí mismo, demostrando una capacidad de resiliencia y autodeterminación que refleja su deseo de emancipación.

Proyectos comunitarios y la búsqueda de autonomía
Fernando está inmerso en varios proyectos comunitarios que reflejan su compromiso con la transformación social. Uno de ellos es la organización de un seminario sobre masculinidades para la UNSA, basado en su propia vida e intereses. Aunque no tiene un título académico, Fernando no quiere subordinarse a la academia y busca que una compañera preste su nombre para llevar a cabo el proyecto. Este enfoque refleja su deseo de mantener su autonomía y no caer en las estructuras de poder que critica.

Otro proyecto importante es la creación de una organización social de vecinos "campesinos" en el ámbito de "Asociación Ragone". Tras esa meta busca aprovechar el edificio de una escuela cerrada y un punto religioso local para crear una base comunitaria. Fernando quiere involucrar a los jóvenes de 20 años en el turismo y nuevas formas de producción, con el objetivo de que sean dueños de sus vidas y no empleados de otros. Para lograrlo, busca la convergencia de gobernanzas, parques nacionales, el INTA y los municipios, demostrando una visión integral y colaborativa del desarrollo comunitario.

La perversión del poder y la necesidad de integridad
Durante la sesión, Fernando y David discuten la idea de la perversión en los hombres de mucho poder político. Fernando describe a estos individuos como "psicópatas perversos" que manipulan y dañan a otros en su búsqueda de control. David está de acuerdo en que aquellos que alcanzan altos niveles de poder a menudo caen en estas dinámicas, lo que refuerza la determinación de Fernando de evitar la manipulación en sus propias interacciones.

Esta reflexión sobre la perversión del poder está ligada a su deseo de mantener su integridad en un mundo donde las relaciones de poder pueden ser corruptoras. Fernando reconoce que no quiere ser como esos hombres, y que su objetivo es construir un modelo de liderazgo basado en la autenticidad y el respeto mutuo.

Conclusión: La emancipación como proceso continuo
Fernando concluye la sesión reconociendo que está repitiendo un proceso de emancipación en toda su vida. Quiere trabajar con David sobre el texto que le enviará y sobre las cartas al padre de Kafka, que seleccionó cuando vivía cosas intensas con su padre. Este proceso de autoconocimiento y liberación no es fácil, pero a través de la reflexión y la acción, Fernando está construyendo un camino hacia la autonomía y la paz interior.

David, conmovido por ser considerado un modelo para Fernando, lo insta a centrarse en lo que sí puede cambiar y a no dejarse paralizar por lo que no depende de él. Hemos explorado cómo las dimensiones del poder, la masculinidad, el duelo y los proyectos comunitarios se entrelazan en la búsqueda de Fernando por la emancipación. Su camino es un recordatorio de que la liberación es un proceso continuo, que requiere tanto de la introspección como de la acción en el mundo.




La sesión

En esta sesión, Fernando le comenta a David que quiere pedirle varias cosas en relación a sus sesiones de psicoanálisis.

Los puntos principales del diálogo son:

  • Fernando plantea la posibilidad de espaciar las sesiones a cada 15 días a partir de febrero o marzo.
  • Fernando está organizando un seminario sobre masculinidades para la UNSA, basado en su propia vida e intereses. Necesitará que una compañera preste su nombre para poder llevarlo a cabo ya que él no tiene título, pero no le interesa subordinarse a la academia.
  • David nota una discordancia entre la introducción del escrito de Fernando junto a los expertos del IPAF y el trabajo de campo, donde solo hay una verificación de datos sin aplicación de filosofías. Fernando explica que posteriormente a la versión que él conoció, el escrito fue modificado en colaboración con una colega de Jujuy, incorporando problemáticas políticas y ontologías al tema del turismo.
  • Fernando expresa su necesidad de conseguir una escuela en la zona para irradiar sus ideas y construir la organización de vecinos "Asociación Ragone". La escuela secundaria se cerró hace años y ahora también la primaria, por lo que quiere aprovechar el edificio de una escuela y un punto religioso local para crear una base para la organización autónoma de los vecinos. Su enfoque está en los jóvenes de 20 años, a quienes quiere involucrar en el turismo y nuevas formas de producción.
  • El objetivo de Fernando es que los jovenes que se están desarrollando con el turismo sean dueños de sus vidas y no empleados de otros. Para ello, buscará la convergencia de gobernanzas, parques nacionales, el INTA y los municipios.
  • Fernando pide ayuda a David para trabajar teóricamente el porqué de su "vida de mentirita", explorando cómo está sujeto a las relaciones de poder en su mundo cotidiano. Menciona a Judith Butler y su diálogo con Freud sobre las condiciones de dominación y la performatividad. Le interesa particularmente la energía del duelo en la estructura de la personalidad, comparándola con la libido de Freud.
  • Fernando relaciona el duelo con su búsqueda constante de amor y metas inalcanzables, así como con la figura del desaparecido, su abuelo Ragone, y cómo esto influye en su masculinidad. Reconoce en David un modelo de masculinidad emancipatorio que lo completa.
  • Fernando se encuentra en un momento de rearmarse, evitando la exacerbación y la angustia, y buscando proyectos realistas. Reconoce sus capacidades de liderazgo y seducción, y conoce las desventuras de esas capacidades en la mera manipulació de personas a partir de su conocimiento del mundo de la política y la vida partidaria.
  • Fernando describe la dinámica con su madre, reconociendo que ella no puede entender su individualidad, pero él decide no dejarse afectar por ello. Menciona dos ejemplos concretos de cómo su madre reacciona ante sus decisiones: la remodelación de su casa y la presentación de un amigo. A pesar de las críticas de su madre, él decide compartir su vida con ella, transformando las situaciones en algo positivo para sí mismo.
  • David le recuerda que no se centre en lo que no depende de él y que se enfoque en lo que sí puede cambiar.
  • Fernando concluye que está repitiendo este proceso de emancipación en toda su vida. Quiere trabajar con David sobre el texto que le enviará y sobre las cartas al padre de Kafka, que seleccionó cuando vivía cosas intensas con su padre.
  • David se muestra conmovido por ser considerado un modelo para Fernando.

Sobre la perversión de los hombres de mucho poder político

Fernando asocia la perversión con los hombres que alcanzan altos niveles de poder político. Durante la conversación, Fernando y David discuten esta idea:

  • Fernando menciona que no quiere ser como los hombres de las primeras lineas en las gestiones de gobierno que ha conocido, a quienes describe como "psicópatas perversos".
  • David está de acuerdo en que los tipos que llegan a ese nivel de poder "lo son, no les queda otra".

Fernando parece usar el término "perverso" para describir a individuos que, en su búsqueda y ejercicio del poder, manipulan y dañan a otros. Esta visión está ligada a su propio deseo de evitar la manipulación en sus interacciones y proyectos comunitarios.